Ética y transparencia empresarial. Un activo con alto valor comunicacional

Una de las dimensiones en las que se sustenta la reputación corporativa es la capacidad de generar confianza.  Por este motivo, toda organización debe ser muy cautelosa a la hora de comunicar sus políticas y valores. La transparencia como activo empresarial cada vez tiene más peso y contar con un código de ética que favorezca la comunicación, tanto interna como externa, puede repercutir muy positivamente en la imagen una compañía para generar valor comunicacional. 

valor comunicacional

La coherencia informativa es una exigencia que la sociedad en su conjunto cada vez demanda en mayor medida. Genera confianza, cercanía y valor comunicacional.  Hoy en día, no podemos permitirnos ser opacos o que parezca que ocultamos algo, porque ahuyentaremos a nuestros skateholders.

A nivel interno, un trabajador que es testigo en su día a día de prácticas deshonestas nunca se sentirá identificado con su organización, por más que ésta publique impecables informes para demostrar el cumplimiento de sus políticas. En esta instancia es cuando la ética se vuelve un tema delicado para la comunicación, y cuando la comunicación se vuelve clave para crear una cultura transparente.

Para que los códigos éticos no se conviertan en un discurso vacío, el primer paso es evaluar lo que deseamos comunicar, asegurarnos de que las acciones acompañan a las palabras. Se trata de ser consecuente con lo que hacemos y transmitir la realidad empresarial de una forma seria, ordenada y comprometida, a través de un plan estratégico. El valor comunicacional es la cura contra las incertidumbres de quienes trabajan con y para la empresa y ayuda a crear un clima laboral cómodo.

En el ámbito de la comunicación externa debe primar la coherencia. Lo que se transmite a los empleados tiene que ir en la línea de lo que se va a proyectar al exterior. Nada perjudica más a las empresas que dar la sensación de tener dos caras. Ha de mantenerse una firme unidad de criterio y de acción entre las comunicaciones interiores y exteriores.

Y principalmente lo que debe primar es la HONESTIDAD, es imprescindible para el buen funcionamiento de cualquier compañía. Cuando no hay nada que esconder, las personas del entorno lo notan y lo aprecian.

La comunicación se convierte en algo que va más allá de un puro proceso informativo, creando un proceso de relación y conocimiento con los grupos de interés. Por eso es necesario tener en cuenta varias premisas a la hora de elaborar el discurso comunicacional:

  • Toda comunicación deberá estar acorde a la cultura organizacional, pues así se transmitirá lo que es y lo que quiere ser.
  • Hay que tener claro qué se quiere comunicar y a quién comunicárselo. Cada grupo de interés necesita de canales de comunicación diferenciados.
  • Toda acción de comunicación genera una percepción sobre el entorno que influye en su imagen pública, en la confianza que genera y en la reputación que proyecta.

Lo que queda patente es que implementar políticas de transparencia ofrece numerosas ventajas. Convierten  a la organización en una entidad más sólida, estable, competitiva y atractiva. Se apoya en valores y metas compartidas, no en discursos impuestos. Para tener una empresa socialmente responsable es necesario construir una cultura ética basada en la confianza.

Si no sabes por dónde empezar y crees que necesitas asesoramiento, desde Kemet podemos ayudarte a construir un discurso socialmente responsable y con alto valor comunicacional. Nos encargamos de mejorar la comunicación corporativa e institucional de tu empresa u organización. Contáctanos y, juntos, potenciaremos juntos tu proyecto comunicativo 🙂

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